Retrato perteneciente a la madre del pintor, Doña Adela Agüera y Venero, (Honzayo, Santander- Madrid, octubre 1915) que cultivó también el arte de la pintura.
El pintor recoge una instantánea, en la que su madre sentada y leyendo un libro, es sorprendida y se vuelve hacia el espectador. Viste un traje negro de dos piezas, compuesto por corpiño entallado con la punta volanteada, y amplio cuello de encaje negro. Luce un sencillo y elegante recogido y como única joya lleva unos pendientes de plata que llevan engarzados una esmeralda. Chicharro fue uno de los grandes artistas del tránsito del siglo XIX al XX, gran retratista llego a ser pintor de cámara de Alfonso XII.