El presidente John F. Kennedy, al lado del mandatario
Adolfo López Mateos, agradece las demostraciones
de simpatía del pueblo mexicano.
Entre las 11:35 y las 12:50, del 29 de junio de 1962,
el ilustre visitante estadounidense, a bordo de un
coche descubierto, recorrió quince kilómetros del
aeropuerto central hasta la residencia presidencial
de Los Pinos. En el trayecto, desde las azoteas y
los balcones, millares de personas le aclamaron,
tendiendo a su paso una densa cortina de papelitos
de colores y globos. Abajo, la gente agitaba
retratos de ambos mandatarios, lanzaba porras,
entonaba canciones y aplaudía sin cesar. En esta
imagen, la comitiva atraviesa la avenida Juárez del
Centro Histórico de la Ciudad de México.
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