En esta escena, como en las otras pinturas del manuscrito, el emperador Akbar ocupa la posición central, dominando toda la representación. Se representa el cortejo de Akbar, que llega o se marcha de uno de sus palacios. El emperador aparece montado en un elefante con su turbante típico, junto a su hijo y futuro soberano, el príncipe Salim Jahangir, vestido con un peshwaz y montado en un elefantino, y un noble mongol, también montado sobre otro paquidermo. La hoja pertenece a una segunda versión del Akbar Namah, y en ella se aprecia el gusto por el detalle, la ejecución delicada y la pasión por reproducir la naturaleza con fidelidad, características fundamentales del arte mogol. La orla corresponde a una copia de otro manuscrito, el Farhang-e Jahangir.