Yesica Cruz se ha dedicado a la venta y compostura de equipos de bombeo por más de diez años, después de retomar el taller de su padre. El camino ha sido complicado, la gente se acerca a pedir los servicios, pero siempre preguntan por el “Don”, refiriéndose a un hombre que los atienda, y cuando deciden dejar su motor a compostura, no se ven convencidos al saber que una mujer será quien lo repare. La gente aún estereotipa algunos trabajos; sin embargo, la calidad y puntualidad del taller han abierto camino. Hoy trabaja junto a su cuñada Gabriela León, cambiando la mentalidad frente a los estereo tipos laborales en el poblado mixteco.