Posteriormente, descubrían el estudio o galería, un espacio largo y espacioso, en el que estaba la cámara y las escenografías pintadas también por Rafael.
Durante el día el fotógrafo iluminaba su estudio con la luz natural que se filtraba por el ventanal a un costado y el techo de cristal, modulaba su entrada con cortinas. Por las tardes y noches usaba lámparas eléctricas.
Fotografía: 2019