Regatón de lanza

Regatón íbero realizado en hierro. La pieza está compuesta por una lámina de hierro con forma cónica agudizada y sección circular, que ha sido forjada sobre un molde de la misma forma. La pieza tiene su interior hueco con el fin de poder adaptarlo al astil. En el extremo de mayor diámetro encontramos una pequeña perforación por la que posiblemente pasaría un pasador para ser fijado a un asta de madera. Los regatones son unas piezas que se solían colocar en el extremo inferior del astil. Su fabricación se realizaba a partir de una lámina de hierro que se forjaba sobre un molde, normalmente con forma cónica, obteniéndose un tubo cónico hueco para poderlo fijar al ástil, mediante una serie de anillos y pasadores. Podemos encontrar regatones griegos, regatones célticos (adoptan formas de cubo o espiga) y regatones del Bronce Final de la Península Ibérica (compuesto por un tronco rematado por un cono o una bola). En cambio, los regatones íberos presentan unos rasgos diferentes. Usadas como arma secundaria en caso de pérdida de la punta principal, servir de fijación o apoyo en el suelo, rematar al enemigo herido o como contrapeso al lanzar el arma, de ahí que en ocasiones adopte formas cilíndricas.