Son doce años de recorrer Andalucía de cabo a rabo, primero como requisador de trigo y aceite y luego como recaudador de alcabalas: Marchena, Écija, Estepa, Montilla, Úbeda... y tantos otros lugares. Por dos veces es excomulgado por no eximir a la iglesia de requisa. Y en dos ocasiones conocerá la cárcel por unas cuentas que no acaban de cuadrar a ojos del Estado y de algún juez prevaricador.