Después de la independencia el traje en la nueva granada se vio influenciado por las modas de parís e Inglaterra, mostrando un creciente desligue del régimen colonial y denotando el estilo romántico proveniente de Europa.
Las mujeres de las elites, según explica Augusto Montenegro en un artículo de El Tiempo, entre 1820 y 1830 no querían parecerse a las españolas por lo que el vestido tenía alta influencia inglesa y parisina, es así como se ensanchan las faldas y se marca la cintura, así mismo se empiezan a usar las mangas tipo globo.
Estas descripciones se ajustan al vestido de Manuela Saénz (réplica) perteneciente al museo. Ella era una mujer que promovió activa y beligerantemente la independencia del territorio suramericano, a pesar de ser hija de un español y capitán de la milicia del rey. Su vestido refleja las modas del continente europeo con lo cual la silueta femenina se estrecha en la cintura y se abomban las mangas evocando una época romántica y renacentista; de la misma manera se ensancha la falda para dar mayor efecto de feminidad.
La pechera adornada en sencillo dorado y el cuello escotado de acuerdo al corte imperio propuesto años atrás (inicios de siglo) en la moda inglesa. La descripción de las mangas y el resto del vestido se aprecia en lo citado Laura Buitrago