La capilla de san Benito contó con un primer retablo consagrado a Nuestra Señora de los Navegantes, pero con el cambio de dedicación en el siglo XVIII se construyó uno nuevo. Se trata de un retablo barroco de madera dorada, cuya realización se ha atribuido a Andreu Carbonell, y que fue sufragado por el propio obispo Benet Panyelles. En la parte inferior del retablo encontramos un bajorrelieve en el que se representan episodios de la vida del santo. Los tres nichos del cuerpo principal acogen tres esculturas: la del san Benito en el centro, la de santa Gertrudis a la derecha y la de santa Escolástica a la izquierda. Remata el conjunto una imagen de la antigua titular de la capilla, la Virgen de los Navegantes.
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