Esta pintura es, con cierta posibilidad, el retrato del padre del Arq. Adamo Boari, quien diseñó numerosos edificios en la Ciudad de México, donde destaca su participación en el diseño del Palacio de Bellas Artes.
Este retrato muestra un hombre, de medio cuerpo, vestido completamente de negro, sentado de frente, con mano metida dentro del saco. Está pintado sobre un fondo completamente oscuro y enmarcado con un marco de madera enyesada y dorada con formas de alamares.