Esta pieza forma parte de la serie "Ritmos en el Espacio", la tercera serie abstracta que concibió Pablo Serrano, concretamente, entre 1958 y 1959. Pretendía plasmar el dinamismo y el movimiento evocando la rápida sucesión de acontecimientos que conlleva la vida actual y la angustia vital. El proceso creativo de esta serie comienza con una serie de dibujos realizados de forma gestual que luego traduce a las tres dimensiones mediante livianas varillas metálicas. En este caso ha soldado varillas de hierro rectas, de similares dimensiones, hasta conseguir el volumen deseado, algo que la distingue de otras piezas de la serie en las que utiliza formas curvas. De este modo Serrano libera escultura de su volumen y peso acercándose así a las experiencias de Alexander Calder y, al igual que este, idea las piezas para ser colgadas, oscilando, llevando el concepto de movimiento hasta sus últimas consecuencias.