Durante sus años en la Casa Blanca (1977–81), la primera dama Rosalynn Carter amplió las funciones esperadas de la esposa de un presidente. No solo asistía regularmente a las reuniones del gabinete, sino que representó a su esposo, Jimmy Carter, en foros políticos nacionales y en el exterior. También fue una dedicada y eficaz campañista; de hecho, posó para este retrato días antes de emprender una gira por pequeñas comunidades desde Pittsburgh hasta Chicago durante la exitosa primera campaña de su esposo para la presidencia.
Carter ha dedicado gran parte de su vida al servicio público. Por más de cuatro décadas ha defendido las necesidades de las personas con condiciones mentales y otras numerosas causas, entre ellas la Enmienda de Igualdad de Derechos, la vacunación en la niñez temprana, los refugiados camboyanos y las personas sin hogar. En 1982 fundó junto con su esposo el Carter Center para promover la paz y los derechos humanos alrededor del mundo. Ambos recibieron la Medalla Presidencial de la Libertad en 1999.