Manuel Rendón Seminario debió su nacimiento en París a la actividad diplomática de su padre, pero fue un pintor ecuatoriano. Vivió, sin embargo, en la ciudad de la luz el período entre las dos guerras mundiales, formando parte activa de la modernización de los lenguajes plásticos que tuvo lugar en ese momento. Si bien no perteneció oficialmente al surrealismo, en su obra de aquellos años parisinos parece recurrir al automatismo psíquico, conocida técnica acuñada por los artistas del movimiento para dejar fluir en el lienzo la libre actividad del inconsciente. Datada en 1927 –aunque Rendón no fechaba sus obras–, "RUX 32" parece, con su clima espectral e incomprensible, participar de ese espíritu. En este extraño óleo no hay espacio ni figuras planteadas, pero sí formas extrañas que se dejan insinuar por la composición. Su título (escrito en la parte superior del lienzo), tanto como algunos objetos representados y dispersos a lo largo y ancho del cuadro (identificables pero incomprensibles desde un plano racional), terminan de configurar el clima onírico de esta obra. Con ella, Rendón Semina- rio se convirtió en un pionero de la abstracción latinoamericana, adelantándose a muchos otros artistas. No volvería a ella, sin embargo, hasta entrada la década de 1940.