Catalina Thomàs es la única santa de Mallorca. Es muy querida en la Isla y es la patrona de Valldemossa, pueblo de origen de la Santa. Se la conoce popularmente como “Sor Tomasseta” o “La Beata”. Era la más pequeña de seis hermanos y, como sus padres murieron muy pronto, su tío se cuidó de ella. A los 21 años ingresó en el convento de clausura Santa Magdalena de Palma y dedicó su vida a la oración. Santa Catalina, en vida, fue conocida por tener visiones y prever el futuro.
Es una composición barroca que se sirve de recursos alegóricos y teatrales. Se representa una vanitas, que es una iconografía que hace referencia a la fugacidad de la vida. Por este motivo, aparece un esqueleto y que desempeña un papel con dos inscripciones: “momentaneum quod deleitado” (el placer es momentáneo) y “eternum quod crusiat” (el dolor es eterno).