Después de la independencia el traje en la nueva granada se vio influenciado por las modas de parís e Inglaterra, mostrando un creciente desligue del régimen colonial y denotando el estilo romántico proveniente de Europa.
Las mujeres de las elites, según explica Augusto Montenegro en un artículo de El Tiempo, entre 1820 y 1830 no querían parecerse a las españolas por lo que el vestido tenía alta influencia inglesa y parisina, es así como se ensanchan las faldas y se marca la cintura, así mismo se empiezan a usar las mangas tipo globo.