Imagen de san Antonio de Padua con el Niño en una mano, el cual sostiene al mundo, sobre su cabeza una cruz y una paloma dorada (que pudiese ser la representación del espíritu santo) y un lirio en la otra mano. Está pintada sobre un fondo verde neutro y pintado en un estilo que recuerda al gótico (los vestidos son negros y rojos, decorados con pintura dorada que asemeja brocados)