Se representa a San Esteban como un joven vestido con una túnica clara con bordados en los extremos, y dalmática sobre los hombros decorada con bordados en los que se combina tonos ocres, doradpos, azules y verdes, porta en el delantal unas piedras, presenta tonsura en la cabeza y dirige los ojos al suelo. Aparece calzando unas sandalias. Se recorta contra un cielo plomizo y a lo lejos se aprecian montañas y vegetación.
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