San Francisco Xavier

San Francisco Xavier fue un misionero jesuita canonizado en 1622. Después de san Ignacio de Loyola, este religioso jesuita fue el más representado por el arte de la Contrarreforma. Respetando su iconografía viste un hábito de color negro, con su mano derecha sostiene una venera y con la izquierda, un bordón con la espiga metálica. Está parado sobre una nube, especie de peana; a sus pies, en el extremo izquierdo, se postran dos ángeles que sostienen una pila bautismal, son símbolos de su misión evangelizadora en oriente, donde trabajó para ganar conversos y bautizarlos bajo la fe cristiana. A su derecha se auspicia un hombre arrodillado en actitud suplicante, quien esconde la cabeza tras su manto. Este óleo se suma a la larga lista de trabajos de temática jesuita que Cabrera realizó y seguramente, por sus dimensiones y formato compositivo, hizo pareja con el óleo que el mismo Cabrera representó de san Ignacio de Loyola. Esta obra se adjudicó al MUNAL en el año 2000.