Desde sus años de estudio en Italia, Venecia se convirtió en uno de los motivos habituales en la pintura de Irureta. En la mayoría de sus vistas de la ciudad se aprecia la influencia que tuvo en él la obra de Martín Rico, ya que están elaboradas mediante una pincelada precisa y reflejan paisajes luminosos y coloridos. No obstante, en éste, su último cuadro veneciano conocido, se decanta por una construcción marcadamente vaporosa y unas tonalidades apagadas para describir un rincón de la zona de San Trovaso: en primer término aparece la estructura de un astillero para la construcción y reparación de góndolas, y tras ella, la mole y la torre de la iglesia dedicada al santo.
Mikel Lertxundi Galiana
Número de inventario: GFA-005365-001