Decorado con un thiasos marino, la cabeza del dios psicopompo Océano, preside la zona central. Está representado con el rostro tranquilo y majestuoso con la mirada fija al frente y con sus largos cabellos que se convierten en las olas del mar. Al dios le acompañan un grifo y un carnero marinos sobre los que cabalgan Eros. Dos delfines simbolizan la serenidad alegre del mar, saltando sobre las olas, que es el camino por el que llevarán el alma de la difunta a las Islas Acogedoras donde vivirá eternamente. Allí llegará Pomponia Agripina, hija dulcísima de Pomponio Quirino que vivió 6 años, 6 meses y 23 días. Las escenas marinas de este sarcófago revelan un mundo maravilloso y paradisíaco con todo un reino de criaturas fantásticas, Océano vela por ellas y por la tranquilidad y seguridad de los navegantes y de las almas que van hacia las bienaventuradas Islas de los Afortunados. Todo ello representado en un relieve de gran calidad técnica que muestra un notable cuidado al tratar un motivo muy amado y difundido para el arte funerario romano.