En Cataluña la pintura de temática marítima no tuvo una tradición pictórica consolidada hasta el siglo XIX, cuando varios pintores de renombre empezaron a incluirla como un género más que cultivar. Generalmente son obras que combinan los valores artísticos con los documentales. Esta pintura muestra uno de los elementos preferidos de los pintores: una barca de pesca cargada con nasas, con la que el autor añade el factor humano en el paisaje.