A partir de 1916 Juan Gris se interesó por la pintura de figuras, lo que le llevó a buscar inspiración en los grandes maestros del pasado. De aquellos años datan varios dibujos de obras de Rafael, Velázquez y Cézanne, así como tres óleos basados en el ejemplo de Corot. Mujer sentada toma de Corot el contrapunto de líneas curvas y rectas, así como el juego de claroscuro. Ahora bien, el empleo de un punto de vista elevado que aplana las formas y su estructura general a base de líneas oblicuas contrapuestas remite a los retratos femeninos de Cézanne. A diferencia Retrato de Josette Gris, 1916, obra con la que forma pareja, Mujer sentada es más variada y compleja, tanto desde el punto de vista formal, como cromático. Ello podría deberse al traje de fiesta que Josette viste en esta ocasión, aunque algunos autores aluden a la posible influencia de La Italiana, 1917, de Picasso.