Para el segundo orden de columnas, el Maestro Mateo va a introducir una serie de estatuas labradas en granito que funcionan como fustes. Éstas nunca antes habían sido empleadas en el románico gallego, y por tanto fueron toda una novedad. Representan a profetas y apóstoles. En el parteluz se situaría el apóstol Santiago, como protagonista, sentado en una silla curul, con una aureola metálica ornamentada a base de cristales, y sosteniendo en su mano un bastón en forma de tau. Del resto de las estatuas solo se han podido identificar con exactitud las que componen la parte central del pórtico, pues el resto, han perdido parte de su policromía, que resultaba esencial para poder leer las cartelas que les identificaban con su nombre o algún fragmento bíblico. En el lado izquierdo se situarían personajes del antiguo testamento, profetas, en el derecho, apóstoles.