En este autorretrato, Rodríguez Lozano hace que las características de su estilo maduro se traduzcan en su propia imagen. Por tanto, el lienzo funciona como un especie de manifiesto artístico, sobre todo por sus referencias a la larga tradición de los autorretratos. De hecho, el gesto de la mano derecha imita al Autorretrato a la edad de 28 años, de Durero (1500, Pinakothek, Munich), donde el artista se retrató como humanista y creador. Esta obra fue terminada el año anterior a que Rodríguez Lozano fuera injustamente encarcelado bajo la acusación de haberse robado varios grabados, entre ellos, obras de Durero,. por cual su referencia al autorretrato de éste, parece profética. Aunque emula su gesto, Rodríguez Lozano es un tanto más modesto, ajustando la inflexible frontalidad de las imágenes de Cristo, al girar el rostro ligeramente a la izquierda; también recurre a la convención renacentista de la ventana abierta, sugiriendo tanto la creatividad como posibilidades metafísicas. Todas estas referencias sobresalientes, elementos que caracterizan la madurez de su estilo pictórico están presentes en esta obra, incluso la compresión de la figura central con el primer plano, la contención dentro de un espacio geométrico simplificado, un tratamiento atenuado y estilizado de la figura, y una paleta parca. Aunque el pintor ya había empleado algunos de estos elementos en sus retratos de la década de los veintes, aquí están destilados en expresión pura, carente de los elementos pintorescos o narrativos manifiestos en su Autorretrato (1924, colección particular) o en el Retrato de Salvador Novo (1924, Museo Nacional de Arte). Esta obra formó parte de la exposición ?45 Autorretratos de pintores mexicanos? en 1947, en donde acompañada por varias declaraciones en las que el artista sintetiza sus ideas estéticas, por ejemplo su declaración que ?la pintura es un lenguaje poético o no es nada?. Esta frase sintetiza a la perfección la sobria elegancia y el carácter directo de la obra de este pintor de la década de los cuarenta. Vid. Adriana Zavala, Arte moderno de México. Colección Andrés Blaisten, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2005.