Durante los años sesenta y setenta, Fritz Scholder pintó temas de los pueblos nativos americanos en un estilo que se dio a conocer como “pop indio”. Este es su último autorretrato. Lo realizó en 2003, ya afectado por problemas de diabetes.
El lienzo oscuro y melancólico presenta al artista encarando audazmente al espectador, apoyado en su bastón. Unas gafas oscuras le ocultan los ojos, pero los tubos de su tanque de oxígeno se hacen patentes, yendo desde su nariz hasta un piso de sombras ambiguas que se ha dicho aluden a la “sombra de la muerte”. Ávido lector, Scholder incluyó dos libros en primer plano, y el gato gris posiblemente remite a la diosa Bastet, identificada con los gatos en la mitología egipcia. Los críticos citan esta pintura como un autorretrato de importancia singular y señalan en él influencias de Francis Bacon, artista que Scholder admiraba mucho.