Esta pintura se encuentra atribuida a Louis de Caullery, pintor de origen francés relacionado con la Guilda de San Lucas de los pintores de Amberes. En su producción se especializó en pequeñas obras sobre cobre, realizadas con un estilo miniaturista, de vistas de ciudades en las que muestra una particular elegancia y la sutileza de su gama cromática en la que predomina el uso del amarillo y el verde “veronense”. Esta Vista de Sevilla debe estar basada en alguna de tantas imágenes grabadas de la ciudad que se difundieron por Europa a lo largo de los siglos XVI y XVII. La primera imagen más cercana a esta pintura es el grabado del italiano Ambrosius Brambilla, fechado en 1585, se trata de una vista panorámica de la ciudad hispalense en perspectiva caballera, visión artificial muy frecuente en la época. Al igual que sucede en los grabados anteriormente mencionados, esta obra de Caullery nos muestra una imagen ideal de Sevilla en la que destacan sus edificaciones más representativas, entre ellas el puente de barcas que da acceso al barrio de Triana, la Catedral, la Giralda, el Alcázar, la Puerta del Arenal, las Atarazanas y la Torre del Oro con sus curiosos contrafuertes en la base y de la que arranca la muralla palatina que la une a la Torre de la Plata. A la izquierda de ésta, la Puerta del Carbón y, como protagonista indiscutible el río Guadalquivir. Estas vistas y perspectivas de ciudades, realizadas a lo largo de la historia, constituyen un patrimonio gráfico del mayor interés para conocer mejor sus transformaciones urbanísticas.