Altar de madera. Sobre una base o podio escalonado, la diosa Durga con diez brazos va a horcajadas sobre un león, su montura, y en actitud de dar muerte a Mahisa, demonio-búfalo, preside la composición. A su derecha, la diosa Laksmi y el dios Ganesa con cabeza de elefante. A su izquierda, la diosa Sarasvati y el dios Kartikeya. El conjunto escultórico se remata en la parte superior con un panel pictórico semicircular que representa diversas escenas de la vida de Siva y su esposa Parvati en su encarnación como Durga.
Su nombre está asociado a la leyenda de Durga y el demonio búfalo Mahisa. Una guerra sostenida por los dioses de la mitología hindú, guiados por Indra frente al genio Mahisa, demonio o antidios, tuvo por resultado el triunfo de éste, que expulsó a los dioses, usurpándoles su reino. Los dioses vagaron por la tierra hasta que, bajo la iniciativa de Shiva y Vishnu, concentraron sus poderes en una nueva diosa, Durga, quién con un león por montura y provista de las armas que le concedieron otros dioses, luchó con su ejército para acabar con la figura del demonio Mahisa.
En cada una de sus manos la diosa lleva un arma diferente: el tridente de Shiva, el disco de Vishnu, el dardo de Agni, el arco de Vayu, el carcaj de Surya, el rayo de Indra, la maza de Kuvera, la espada de Kala, el hacha de Visvakarma y el rosario y jarra de Brahma. El demonio, durante la batalla, adquiere diversas formas, hasta que, herido y desvalido, adopta la de un búfalo. Cortada por Durga la cabeza del búfalo, Mahisa trata de escapar de su disfraz y es entonces cuando recibe la muerte abatido por el tridente de la diosa. De esta forma le fue restituido el cielo a los dioses, siendo Durga venerada como representante del triunfo de dios sobre el demonio.
Cada año, hacia los meses de septiembre u octubre, en la época de recogida de las cosechas se celebran en India numerosas fiestas dedicadas a la diosa y a las que se denomina Durga Puja. La celebración dura varios días y culmina en una procesión en la que imágenes de la diosa, elaboradas especialmente para la fiesta, son conducidas hasta un río o estanque donde serán sumergidas en una ceremonia denominada ”vijaya”.
En esta pieza, la imagen de Durga y sus cuatro hijos se enmarcan en un frontispicio semicircular ("chalchitra") donde aparecen pintadas varias divinidades. El aspecto final de la obra es similar a los pasos procesionales, que reciben el nombre de "pujo". Cada una de las capas de la población se ve reflejada en estas obras; los "sudras" son representados por el dios Ganesh, símbolo del trabajo y del éxito; Lakshmi encarna la riqueza, representando a los "vaishyas"; Karttikeya es la personificación de la fuerza y del poder propio de los "kshatryas", y, por último, los brahmanes se ven representados por Saraswati, la diosa del estudio. Durga en el centro físico de la composición, simboliza el poder divino central, el equilibrio entre las distintas fuerzas. La ejecución de este tipo de imágenes está regulada por una serie de normas recogidas en el Sri Chedi del Mârkandeya Purana.