Se trata del compartimento lateral de un retablo desaparecido, que ingresó en el Museo en 1910. Representa el episodio de la Pasión en que Jesús es presentado ante Pilatos, que está sentado en un trono con una actitud pensativa. Es una obra realizada en un periodo un poco anterior a la tabla de san Bartolomé y san Bernardo, que se caracteriza plenamente por la atmósfera silenciosa y serena del mundo italogótico del trescientos que hizo famoso el arte de Pere Serra.