Asedio I, una pieza capital de la carrera de Jauregi, es una escultura de madera que combina la formalización abstracta y un tema concreto. Está compuesta por dos piezas, una escultura independiente y un tríptico en relieve que ejerce de lúgubre telón de fondo de la forma esculpida. El tríptico representa un paisaje abstracto en negro con un fondo azul. El artista ha afirmado que esta obra es un estudio de la poesía de la abstracción. Sin concesiones al color ni a la figuración, es deliberadamente difícil de interpretar. La escultura se encuentra aproximadamente a nueve metros del tríptico. Tallada en madera de roble, retrata una figura erecta, por encima de la cual brilla un segundo elemento, cubierto de oro.
Jauregi empezó a trabajar en Asedio I en la época de máxima tensión con Iraq antes de la invasión de las tropas estadounidenses, el momento de asfixia y angustia antes de que empezara la acción. Jauregi busca la representación de formas abstractas que hagan referencia a elementos de la naturaleza, así como de un tipo de orden urbano esquematizado en una iconografía de casas, puentes y árboles que pretende describir cómo convive el hombre con la naturaleza, además de servir de preludio del fin del orden, una descripción del instante anterior al conflicto humano, el asedio.