Progresivamente se comenzaron a colocar las preparaciones sobre láminas cubiertas a su vez con vidrios más delgados que comprimían las preparaciones. No existían para este momento coloraciones histológicas. Estas láminas eran elegantemente revestidas por papeles decorados que identificaban las diferentes casas comerciales que las producían. Fueron muy frecuentes en Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos.