Robert Delaunay tuvo gran entusiasmo por el rápido cambio y los avances tecnológicos de la vida contemporánea en los primeros años del siglo XX. "Sol, Torre, Avión" destaca tres símbolos de la modernidad de finales del siglo XIX y principios del XX: la Torre Eiffel, un biplano y una noria. Delaunay expresa su entusiasmo por esas maravillas a través de líneas energéticas, formas y los cálidos colores brillantes que irradian de un sol caleidoscópico. Al principio, el artista pintó de una manera neo-impresionista, y de 1909 a 1911, se asoció brevemente con el cubismo. En 1912, sin embargo, Delaunay se preocupó cada vez más por la dinámica de las relaciones de color y realizó su primera pintura "de disco"; desplegó el motivo como símbolo del sol y, en última instancia, del universo. El poeta y crítico Guillaume Apollinaire (francés, 1880-1918) elogió la obra de Delaunay y acuñó el término "Orphism" para describir este nuevo estilo, que también fue explorado por los artistas Francis Picabia (francés, 1879-1953) y František Kupka (checo, 1871-1957). En este trabajo, la luz energiza el lienzo y los discos giratorios de Delaunay forman un prisma a través del cual los espectadores pueden reconocer los iconos de la tecnología moderna que lo inspiró.