En el año 2004, dentro de la campaña arqueológica desarrollada en la Cueva de las Güixas de Villanúa, Huesca, apareció esta única moneda de oro de época bajoimperial. Se trata de un sólido de Arcadio (Augusto entre 383 - 395 y emperador de Oriente entre 395 - 408) procedente de la ceca de Mediolanum (actual Milán). En el anverso muestra el busto del emperador y en el reverso al emperador de pie sobre un cautivo portando un estandarte y a la diosa Victoria. El denario áureo o áureo fue una moneda tradicional romana y fue sustituido por el sólido áureo en el 310 con Constantino el Grande. Esta nueva moneda, de prácticamente la mitad de peso que el áureo de Augusto, determinará el sistema monetario bizantino y árabe posterior. Los sólidos y sus divisores, el semissis y el tremissis, creados en el 384, se emitieron abundantemente, en especial en las zonas fronterizas donde la moneda era más necesaria y se convirtieron en la forma de pago preferida para tasas y multas.