Garval suele trabajar por grupos temáticos que en su diversidad llegan siempre a un punto de partida: la visión apocalíptica del desastre emanado de la miseria humana. En su discurso destaca de manera alegórica la ligereza moral a través de la monumentalidad y la exuberancia, con un lenguaje que resume un expresionismo de tintes barrocos por su forma y contenido. La pintura Sonámbulos, adquirida por el MUSA en 2003, pertenece a la serie Rituales. Muestra un conjunto de personajes agigantados y deformes, que entre lo fantástico y lo real, se mueven sumergidos en el agua. Parecen vagar enajenados por la desesperación, en busca de algo perdido.