San Francisco

Al Maestro de los Balbases le gustaba usar ricas orlas de pedrería para las vestiduras, tal como hacían Van Eyck y Van der Goes, ropas rígidas y rostros con una nariz pequeña, ojos con párpados voluminosas y de mirada intensa, con cejas arqueadas y juntas. Este pintor se estableció en esta localidad de Burgos hacia el 1490 y desarrolló allí parte de su obra.
Desde el punto de vista iconográfico, la estigmatización de san Francisco de Asís es el pasaje más importante de su vida y uno de los más populares. La famosa estigmatización, la repentina impresión de las sagradas llagas de Cristo sobre el cuerpo, las manos, los pies y los lados del santo, tuvo lugar alrededor de la fiesta de la Exaltación de la Cruz del 1224, según los textos hagiográficos.
Por otra parte, la iconografía de San Agustín, uno de los grandes padres de la Iglesia, es el habitual: de mediana edad y rostro imberbe, va vestido con los ornamentos pontificales, empuña un báculo mientras aguanta la maqueta de una iglesia como fundador.
El escaso dominio de la perspectiva hace que la repartición del espacio sea ineficaz. Además, el fondo dorado contribuye a dar una sensación de irrealidad.