En la Iglesia ortodoxa San Juan Bautista ocupa el primer lugar de importancia entre los santos después de la Virgen Madre de Dios. Por ser el último profeta mensajero la iconografía lo representa alado. A su alrededor han sido representados diferentes episodios de su vida. A la izquierda, dos escenas apócrifas: Ángel conversando con San Juan Niño y Nacimiento de San Juan. A la derecha del observador, Decapitación de San Juan Bautista y la Presentación de la cabeza de San Juan Bautista por Salomé.