Reconstrucción del coro pétreo

El trabajo del Maestro Mateo y su taller en la catedral incluyó la construcción del coro, íntimamente relacionado con el conjunto del Pórtico de la Gloria, complementándose ambos en la transmisión de su mensaje apocalíptico y salvífico.

Para cuando se consagra el templo en 1211 el coro mateano estaba concluido, y se mantuvo en pie hasta el año 1604, cuando fue derribado para la construcción de una nueva sillería, realizada en madera y adaptada a los deseos del arzobispo Juan Sanclemente y a los nuevos usos litúrgicos de la época.

A partir de las piezas recuperadas en diferentes momentos y lugares, los profesores Yzquierdo Perrín y Otero Túñez inician en 1985 las investigaciones que dieron como resultado una publicación con las conclusiones de sus trabajos y una reconstrucción hipotética completa del coro, que sirvió de base para llevar a cabo una reconstrucción parcial física de la sillería alta y de la cerca exterior, así como una reconstrucción virtual completa del conjunto.

El acceso al coro se realizaba por la puerta practicada en el centro de su cabecera, y la sillería estaba formada por asientos altos para los canónigos de mayor dignidad y bajos, posiblemente un simple banco corrido, para los de menos. En total, el coro daba cabida a setenta y dos capitulares, que ocuparían sus puestos en riguroso orden jerárquico. La sillería alta estaba formada por un banco de piedra con arquerías ciegas que se alternaban con ménsulas que servían de apoyo a las columnas – organizando los asientos, separados por brazales – y que, a su vez, soportaban los palafones, decorados con motivos vegetales y realizados en una sola pieza granítica. Sobre estos se asentaba la cestería, en la que se desarrollaba un complejo programa iconográfico al alcance de destinatarios formados.

En el exterior del coro, sus fachadas laterales se estructuraban a partir de una sucesión de arcadas sobre columnas adosadas que sustentan el cuerpo superior, formado por personajes bíblicos y elementos arquitectónicos que representaban la Jerusalén Celeste y completaban el mensaje del Pórtico de la Gloria.