Una de las facetas más características de Castillo fue la de la ejecución de repertorios de cabezas de ancianos que mostraban a estos en actitudes diferentes mostrando además el estudio de los rasgos fisionómicos de los modelos y utilizándose como dibujos de repertorio. En esta tradición, Castillo siguió directamente los modelos de Bloemaert que, en sus grabados, mostraban también a diferentes tipos barbados similares a los que Castillo ejecuta en sus dibujos, aunque los del cordobés suelen ser mucho más vibrantes y nerviosos, empleando en ocasiones la tinta con la caña con gran soltura.
En este dibujo, las figuras de perfil se pueden relacionar con las cabezas de alguno de los ancianos que escuchan a San Francisco en la obra San Francisco predicando ante el papa Honorio III de la Parroquia de San Francisco y San Eulogio de Córdoba.