A partir de los años cincuenta y durante casi treinta años, Saumells creó varias figuras que representan un ser humano acurrucado, a veces sobre un plinto o un cilindro que sugiere una columna y los llama estilitas. Estas obras presentan una actitud abismada, volcada hacia dentro, propia del anacoreta que ha elegido vivir en silencio, separado, angustiado, rezando y mortificándose. Lluís M. Saumells (Girona 1915 – 1999) Realizó su primera exposición en Tarragona, en 1934, en el Ateneo Tarraconense, y en 1945 se trasladó a París con una beca del gobierno francés. Al volver de Francia, en 1949, es nombrado director de la Escuela Taller de Arte de la Diputación de Tarragona, ciudad donde residirá, exceptuando algunas estancias en Palma de Mallorca. El artista, con una volumetría definida, presenta el mínimo de detalles, creando una tipología propia que, con pequeñas variantes, trabajó constantemente: figuras de carácter expresionista de manos de dedos alargados y delgados y caras de rasgos angulosos. Estas características son aplicables también a su producción pictórica y sobre papel. Su compromiso con el arte lo llevó a convertirse en un verdadero promotor cultural en la ciudad. Enric Baixeras