El rey Fernando III, apodado el "Santo", se distinguió por su actividad conquistadora, especialmente por la toma de Sevilla en 1248, ciudad en la que residió hasta su muerte, y en cuya catedral fue enterrado, convirtiéndose en patrón de esta ciudad, una vez que fue canonizado.Gómez de Valencia representa el momento en el que los antiguos moradores de Sevilla, hacen entrega a San Fernando de las llaves de la ciudad. En la parte superior aparece la Virgen con el Niño, de la que San Fernando, miembro de la Orden Tercera Franciscana, era muy devoto.En la zona baja aparece a la derecha San Fernando con manto rojo y esclavina de armiño, atributo tradicional de la realeza, de su cinto prende una espada sobre la que apoya su mano izquierda, mientras tiende la derecha para alcanzar las llaves que le ofrece un personaje arrodillado ataviado con las típicas vestimentas de los pobladores islámicos de Al-Andalus. En realidad se trata de una composición muy al uso en este tipo de acontecimientos de carácter histórico, las llamadas entregas de llaves, en las que aparecen dos grupos bien diferenciados: de un lado los vencidos humillados, en este caso, dos musulmanes arrodillados, que ofrecen las llaves a San Fernando y por otro lado el propio rey de pie acompañado por personajes de su séquito. Tras ellos un paisaje urbano, que debería relacionarse con la ciudad conquistada, es decir Sevilla, si bien la alta torre que sobresale del perfil de la ciudad y que debería ser la Giralda, poco o nada tiene que ver con la imagen de ésta.Todos los personajes, elegantemente vestidos, van ataviados de forma anacrónica, ya que la escena se produce en 1248, y visten prendas propias del siglo XVII. El rey con armadura del XVII, los personajes a sus espaldas con gola, y los musulmanes con ropas de moriscos de los siglos XVI y XVII.
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