Este diseño de Rei Kawakubo suscitó el interés del mundo occidental por la moda japonesa. La aparente complejidad de la forma del jersey, que destaca por su volumen y dinamismo, se creó básicamente a partir de una pieza recta. Las anchas mangas, que se extienden hacia la izquierda y la derecha, recuerdan a las de los kimonos. La falda tiene una caída asimétrica como consecuencia de las formas irregulares que aporta la estructura ancha y holgada del jersey.
A principios de los años 80, los diseños de Kawakubo provocaron reacciones diversas en París. Las creaciones cuestionaban los valores estéticos de los países occidentales a través de la falta de color, corte holgado, asimetría, y rasgaduras y agujeros intencionados. A pesar de ello, la diseñadora se ha mantenido siempre fiel a su actitud de desafiar los estereotipos de la moda.