Esta espada fue un regalo del papa Inocencio VIII (Giovanni Battista Cybo) a don Íñigo López de Mendoza, II Conde de Tendilla. Enviado a Roma por el rey Fernando el Católico, actuó como embajador y mediador entre el Papa y Ferrante I de Nápoles y logró que se reconciliaran. Fue realizada por el artesano florentino Giacomo Magnolino, y la orden de pago se conserva en los registros del Sacro Palazzo Apostólico. Este tipo de espada, que se bendecía durante la misa de Navidad, la entregaban los papas a los principales reyes y príncipes europeos.