Esta tabla está atribuida al pintor burgalés Alonso de Sedano, quien llegó a Mallorca después de una estancia en Nápoles. La tabla fue encargada por el caballero Salvador Sureda para realizar un retablo dedicado a San Sebastián, el cual estaba destinado a su capilla familiar en la Catedral. La tabla está compuesta por la imagen del santo en el centro de la escena, en el momento de su martirio, atado a una columna. El santo se presenta desnudo con el paño de pureza. Su cuerpo está completamente cubierto de flechas. Su rostro no transmite dolor ni sufrimiento. A cada lado, se encuentran dos grupos de ciudadanos y arqueros que le disparan flechas. Un aspecto a destacar de la obra es su concepción espacial. Se consigue una sensación de profundidad a partir de la puesta en escena, en un primer plano, de todos los personajes y la recreación de un fondo paisajístico de horizonte muy lejano. El paisaje combina elementos propios de la tradición flamenco y de la pintura mediterránea.
¿Te interesa Visual arts?
Recibe novedades con tu Culture Weekly personalizado
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.