La última semana de julio de 1952, después de cuatro días y cuatro noches de fuertes lluvias en la capital, se inundaron miles de casas, muchos negocios cerraron y el servicio de tranvía fue interrumpido. A cambio de una moneda, niños y hombres desempleados transportaban peatones a través de las rúas inundadas. En la calle 16 de Septiembre se estableció un puerto del que zarpaban “taxis-lancha”. Una imagen de estas embarcaciones apareció en el reportaje “Mexico City is sinking” [La Ciudad de México se está hundiendo] (Life, 17 de noviembre de 1952), con el siguiente pie: "Taxi transporta trabajadores a un costo de 11½ centavos por persona, en una de las calles que ha quedado bajo el agua. Los lancheros ganan de 10 a 50 dólares por día durante las inundaciones de la temporada de lluvias".