La llamada Gran Dobla de Pedro I, conocido como el Cruel, forma parte de las monedas de prestigio con las que algunos monarcas castellanos obsequiaron a ilustres personajes o emisarios diplomaticos. En este caso, y por la fecha de acunacion que, de manera excepcional, consta en la leyenda del reverso, acompanando al escudo cuartelado de Castilla y Leon, sabemos que fue emitida durante la guerra civil que el joven rey entablo con su medio hermano el conde de Trastamara, futuro Enrique II.
La mención expresa de 1360 induce a vincularla con el acontecimiento más relevante de ese año: la primera batalla de Nájera. Es posible que estas doblas se acunaran para entregar a los senores que contribuyeron a la victoria de Pedro, en reconocimiento a su apoyo. En este contexto de lucha por el poder real, la leyenda de anverso, tomada de los Salmos (“El Senor es mi ayuda y despreciare a mis enemigos”), modifica ligeramente el versiculo original para reforzar la idea de la procedencia sacra de la autoridad del monarca.
Desde el mismo momento de su acuñación, estos grandes múltiplos de las “doblas de cabeza” (llamadas así por representar el busto del rey en su anverso), adquirieron un carácter extraordinario.