Los descubrimientos de las rutas de viaje y tornaviaje que permitieron conectar Acapulco y Manila fraguaron el sueño de los monarcas hispanos de encontrar una vía marítima que, sin necesidad de cruzar dominios portugueses ni otomanos, permitiera el comercio con el continente asiático. Si bien el Galeón atravesaba el océano Pacífico, la amplia red comercial a la que se sumaba también conectaba con Europa.
Este circuito arrancaba en Sevilla, donde se hallaba la Casa de la Contratación, organismo que administraba el tráfico de pasajeros y mercancías por el océano Atlántico. Llegaba al puerto de Veracruz, desde donde salía el camino terrestre que conectaba con el océano Pacífico.
En su ruta de Acapulco a Manila, el Galeón transportaba principalmente plata, principal materia de intercambio por los productos que comerciantes chinos llevaban de distintos puntos de Asia hasta el archipiélago de Filipinas. En sentido opuesto, el galeón transportaba productos como especias, seda, biombos, lacas, marfiles, abanicos y porcelanas, entre otros.
A causa de las corrientes marinas y los vientos, los galeones partían en abril de Acapulco, impulsados aún por el viento de invierno; en tanto, de Manila debían zarpar en julio con el viento del verano.
Los descubrimientos de las rutas de viaje y tornaviaje que permitieron conectar Acapulco y Manila fraguaron el sueño de los monarcas hispanos de encontrar una vía marítima que, sin necesidad de cruzar dominios portugueses ni otomanos, permitiera el comercio con el continente asiático. Si bien el Galeón atravesaba el océano Pacífico, la amplia red comercial a la que se sumaba también conectaba con Europa.
Este circuito arrancaba en Sevilla, donde se hallaba la Casa de la Contratación, organismo que administraba el tráfico de pasajeros y mercancías por el océano Atlántico. Llegaba al puerto de Veracruz, desde donde salía el camino terrestre que conectaba con el océano Pacífico.
En su ruta de Acapulco a Manila, el Galeón transportaba principalmente plata, principal materia de intercambio por los productos que comerciantes chinos llevaban de distintos puntos de Asia hasta el archipiélago de Filipinas. En sentido opuesto, el galeón transportaba productos como especias, seda, biombos, lacas, marfiles, abanicos y porcelanas, entre otros.
A causa de las corrientes marinas y los vientos, los galeones partían en abril de Acapulco, impulsados aún por el viento de invierno; en tanto, de Manila debían zarpar en julio con el viento del verano. Cuando un galeón procedente de Nueva España llegaba a Filipinas, casi al mismo tiempo salía la embarcación que cruzaba el tornaviaje. Cuando los galeones arribaban a a Acapulco, se realizaba una feria durante los primeros meses del año, donde se ofrecían las mercaderías asiáticas, algunas de las cuales llegarían, a través del océano Atlántico, a los puertos españoles, cerrando así la ruta comercial de mayor extensión geográfica y temporal que ha existido en la historia.