Un simple campesino o jornalero se sienta a comer. Con una cuchara de madera, con avidez saca frijoles blancos de un tazón. Sobre la mesa hay cebollas, pan, un plato de pastel de verduras, un vaso medio lleno de vino y una jarra de barro con rayas brillantes. Todo en la imagen es sencillo y hogareño. La comida, el hombre, su vestimenta, sus ruidosos modales en la mesa y su mirada furtiva y poco atrayente hacia el espectador.