El tema de la pintura está extraído de Las Metamorfosis de Ovidio (libro X), donde se narra el fatal desenlace de los amores entre el dios Apolo y el mortal Jacinto. Según el relato clásico, Jacinto murió víctima de su propia torpeza al lanzar, con ímpetu, su disco durante una partida, hiriéndose mortalmente en la cabeza. Otra versión de los acontecimientos cuenta que fue el disco lanzado por Apolo el que mató al muchacho al rebotar en el suelo o contra una roca. En otros relatos es el viento Céfiro, quien celoso al no ser correspondido por Jacinto, desvió el disco de Apolo hacia el joven. El dios, ante su incapacidad para devolver la vida a Jacinto, decidió inmortalizarlo transformándolo en una flor que Tiepolo coloca en una hermosa mata, junto a la raqueta, a nuestra derecha.