El conjunto del Pórtico de la Gloria se completaba con una fachada que se abría al exterior. Sin embargo, a partir de la decisión del Cabildo, se optó por colocar puertas y cerrar la catedral. Esta primera modificación ocurrida entre 1520-1521 afectó la parte inferior de la portada. En ella, se retiraron una serie de estatuas-columnas y, por lo tanto, se difuminó desde esta perspectiva, parte de la narrativa que aportaba al discurso del Pórtico.