Esta pintura al óleo sobre lienzo realizada por Ramón Acín hacia 1927 - 1928 es uno de sus trabajos más representativos. La obra, de grandes dimensiones para lo habitual en su trabajo, es también el resultado de una nueva orientación en su plástica tras el contacto directo con las vanguardias europeas y el conocimiento de otros artistas. De la pintura destaca su impresionante colorido, así como el tratamiento que da a la pincelada, aunando en ella el realismo figurativo, la luminosidad del impresionismo y el tratamiento neocubista de las casetas y carruseles. Ante los ojos del espectador se abre un mundo de asueto y diversión en un espacio donde se agolpan una noria, un tiovivo, un carrusel, el Pim Pam Pum, un tobogán, garitas, atracciones, bajo unos altos árboles de densas copas que cobija un cielo de intenso azul.