Discípulo de Carlos de Haes, es uno de los paisajistas realistas vascos de primera hornada, atento siempre a la búsqueda de efectos lumínicos y atmosféricos. Arruti fue testigo del profundo cambio urbano experimentado por San Sebastián a comienzos del último tercio del siglo XIX, al que recurrió en escasas ocasiones como motivo. En cambio, se interesó sobre todo por captar la ciudad desde sus zonas fronterizas, desde aquellos espacios permeables en los que el elemento urbano se confronta al natural.
En la presente obra se decantó por el barrio de Amara y sus marismas, hacia donde la población se expandía bordeando el cerro de San Bartolomé, que se levanta a la izquierda de la composición. Era un lugar compartido por diferentes clases sociales, en el que coincidían aldeanos o sirvientes con miembros de la burguesía que se adueñaron del paseo como un espacio de recreo.
Contribuye a remarcar la profundidad de la perspectiva la zona luminosa que da paso a la umbría del paseo, en la que el toque de carmín de la sombrilla de la pareja de paseantes señala el punto de fuga.
Mikel Lertxundi Galiana
Número de inventario: STM-000401-001
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